jueves, 30 de diciembre de 2010

Despedida a los toros del 2010

Feliz año taurino
Dentro de unos días este mini espacio de comunicación cumplirá un año. Durante este tiempo hemos sido testigos de acontecimientos trascendentales en el panorama actual del mundo de los toros y posiblemente decisivos en un futuro inmediato lleno de incertidumbres. Nació en tiempos difíciles, incluso arriesgados. No pretendo ser presuntuosa, si acaso convencerme a mí misma de la complejidad de este universo singular, de su hermosura, quizá también de lo poderosa que puede ser la afición, y de cómo la vivimos desde nuestras almas toreras.
Ahora en estos días llenos de magia y de posibilidad espero que todos los que amamos desinteresadamente este bellísimo espectáculo tengamos un futuro donde el coraje y el conocimiento se impongan a la decadencia que nos conduce al abismo. Deseo para este próximo año que nuestra afición se fortalezca; que no nos arrebaten la circunstancia de su desarrollo; que se den hombres y mujeres capaces del trabajo humilde y enérgico para que se dé con autenticidad; que se imponga la integridad como fórmula única para el entretenimiento y la pasión; que exista la generosidad para evitar que el fin se imponga definitivamente.
Feliz año taurino. Para todos, os deseo lo mejor; mucho trabajo, mucha salud, gran afición, la única verdad, así como pasión, esfuerzo y dedicación por la integridad y autenticidad de este espectáculo hermoso que es el mundo de los toros. Lo dicho: feliz año taurino. Aunque es muy complicada la tarea habrá que ocuparse para que sea opuesto al que acabamos de pasar. Hay que asumirlo. Es un inmenso quehacer.
Al igual que hará la página web de http://noticias.toroaficion.com/ yo también les ofreceré un resumen de este año tan especial para mí en este universo taurómaco. Pero un resumen a mi manera, entre las muchas cosas que deseé en un momento comentar con ustedes y que se quedaron olvidadas. Mil gracias por su apoyo y dedicación hacia mi persona. Puedo asegurarles que a veces es el único aliciente que merece la pena seguir. Gracias.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Sobre Presidentes, presentes y futuros

“Buen trabajador de la ley y el reglamento”
El pasado 10 de diciembre se produjo un acontecimiento destacable dentro del universo taurino. La Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) inauguró el primer curso para la formación de Experto Universitario en Dirección de Espectáculos Taurinos. El salón de actos de la Universidad de Derecho –donde tuvo lugar la presentación de esta iniciativa- se quedó pequeño para acoger a los cerca de cien alumnos y la amplia representación del estamento taurino, entre los que destacaban los miembros directivos de la Asociación de Presidentes de Plazas de Toros (como “autores e impulsores”, según recogen en su web) y algunos integrantes de la Mesa del Toro. Tampoco faltaron algunos toreros, en activo y retirados. Ni curiosos. Ni presidentes. Normal. Precisamente por su condición de patrocinio la ANPTE recoge en dicha página web: “este curso ha sido diseñado pensando en nuestros afiliados, en dotarles de los instrumentos que necesitan para afrontar la especial y delicada tarea de presidir; amén, de la necesaria dignificación de la presidencia y por ende del mundo del Toro a quien nos debemos”. (
http://www.anpte.es/)
Pues bien, reunidos y presentados todos, no estaban previstas muchas sorpresas, salvo la novedad de esta oferta formativa tan inédita hasta el momento. Pero las hubo. La primera fue la incorporación al cuadro docente de Rafael Cabrera Bonet -cinco días después de realizar su último programa radiofónico en la Cadena COPE-, un “repescado” según explicaba él mismo. La segunda, y quizá la más meritoria de recordatorio, fue la charla del ex senador Juan Antonio Arévalo entre las abundantes exposiciones de los intervinientes en el acto inaugural. La tercera consistió en el hecho de que en las comparecencias que se produjeron para la presentación de tan solemne acto no se hiciera referencia a la profunda decadencia que asuela a la Fiesta de los toros, exceptuando la valiente “ponencia” de Juan Antonio Arévalo, y de la cual les hablaré, aunque sea tan alejada ya en el tiempo de su realización.
“¿Cómo está la Fiesta de acuerdo a los reglamentos?”, propuso el ex senador por Valladolid en su comienzo. Y en su final, concluyó: “La Fiesta de los toros ha evolucionado, pero para mal” y “el mal está dentro”. Introdujo en la tesis argumental las similitudes que existen entre el mundo de los toros y el de la ópera, precisamente porque sus públicos son muy parecidos. Y de ahí arranca todo, pues “la Fiesta es un espectáculo público” y, por tanto, los poderes públicos “no pueden olvidar sus obligaciones”.
Senador por el Partido Socialista durante seis legislaturas (desde 1979 hasta 2000), Juan Antonio Arévalo, es sin duda el hombre más adecuado -por sus amplia experiencia y vivencia política de estos años transcendentales- para argumentar “la mayor novedad sobre espectáculos taurinos” que supuso la ley de Potestades Administrativas de abril de 1991 y enfatizó ante la audiencia que dicha norma “aún está vigente”. La orden de 1962 estaba más preocupada por el orden público que por el espectáculo en su verdadera dimensión, así que la ley 10/1991 suponía novedades trascendentales desde la integridad en primer término y el establecimiento de un régimen sancionador, hasta el trapío de los toros (concepto cada día más olvidado), en las defensas que deben ser respetadas, el establecimiento de sobreros y algunas más que quedaron de una vez estipuladas y fijadas en una norma de obligado cumplimiento. Sin embargo, este crucial reglamento resultó “prolijo” respecto a la suerte de varas, pues se considera “un castigo y no una prueba para ver las condiciones de la res”. Considera Arévalo que el número de puyazos debería establecerse en tres y si “el toro tiene que ir a caballo más de una vez, ya se ocuparán los ganaderos de criar toros con fuerza”.
Y en este salón de plenos abarrotado de presidentes de plazas de toros (los que ya son y los que puedan serlo), Juan Antonio Arévalo preguntó: ¿cómo debe ser un presidente de plazas de toros? Bien sencillo. Muy claro. “Buen trabajador de la ley y el reglamento, con solvencia e independencia, como autoridad que defiende antes que nada al público, con la creencia que hay que recuperar el interés en la Fiesta, y seguro de cumplir y hacer cumplir la ley”. “La Fiesta está en decadencia”, reiteró Arévalo con evidente desconsuelo. “Los responsables no lo han hecho bien. El aficionado desiste y el mal está dentro. Nadie ha gritado con la suficiente fuerza “hay que recuperar el toro de lidia y hay que cumplir la ley”. Pero, hasta ahora las cosas no van por ahí. El éxito no se consigue solo, hay que poner responsabilidades”.
En muchas ocasiones, en las conversaciones pausadas con Juan Antonio Arévalo, siempre acabo recordándole lo importante de su testimonio en esta historia reciente - apasionante y trepidante- por su excepcionalidad como testigo, impulsor, defensor, y protagonista directo de las legislaciones sobre materia taurina; por su magnífica aportación como aficionado, abogado y senador; y sobre todo, por ser una de las personas más maravillosas y generosas que se merece encontrar en la vida; y por todo esto y por la amistad desde hace ya tanto tiempo, nunca dejo de insistirle en que debería recoger todos estos momentos transcendentales, de su vida y de las nuestras, en escritos que sirvan a los hombres y mujeres del futuro a amar y entender este complejo mundo de los toros.
En este momento, sonríe. Pausadamente argumenta que hay muchos capacitados para abordar la tarea. Por mi parte, sigo en el empeño. Espero que con tanta insistencia se alcance a cumplir este hermoso sueño.

jueves, 2 de diciembre de 2010

El triste final de los ‘patas blancas’

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Ha ocurrido un vapuleo en nuestras almas toreras. Una sacudida que conduce al desamparo certero. A los patas blancas se los llevan al sacrificio humillante del matadero. Estos animales eran hermosos. Eran los más bellos en estampa. Así los entendí desde el primer momento que los vi. Aquellos seres mitológicos me deslumbraron porque los reconocía como protagonistas de escenas fabulosas, de aventuras mágicas, de caballeros que desafían con altivez a la antigua, tanto que me remontaban a ancestros imposibles de rastrear. Eran la perfección estampada, los más apropiados para grabados que salen de las manos de artistas imaginativos, con espectaculares trazos ondulantes, en relieve sedoso. Eran mamíferos de descomunal extrañeza por su textura de aguafuertes; los más armoniosos en la singularidad de sus capas, los animales más fantásticos que parecían recorrer planicies desérticas llevando en sus lomos a poderosos jefes sioux; los más inquietantes por tanta plasticidad; aquellos que suspiraban más compasión pues habían nacido para ser admirados por almas que anhelan preciosidad.
¿Quién es el autor de la atrocidad que les ha concluido en su exterminio? ¿Quién es el responsable de esta dejadez que conduce al homicidio alevoso y premeditado de los altaneros patas blancas? ¿Quién es el culpable de este atentado contra la humanidad (torera pero humana)? ¿Quiénes son los malhechores que han permitido con su desidia la privación de su grandeza?¿Quién es capaz de soportar que se empleen tantos medios para evitar el hundimiento del lince ibérico y no se haga nada para escapar a esta catástrofe? ¿Quién? ¿Quién? Porque alguien, uno o muchos, son los culpables. Los ganaderos que no han sorteado los millones de avatares. La Unión de Criadores de toros, que les acoge en su asociación centenaria, que consiente que la riqueza genética y singular de los encastes y sus historias sean abandonadas a la desaparición. A la Federación de razas autóctonas españolas que ha tenido la genialidad de recopilar en un interesantísimo documento las razas autóctonas españolas -un trabajo de campo tan deslumbrante como necesario-, y que no ha sido capaz de dar la voz de alarma con estas sinrazones que se vienen produciendo desesperadamente en el campo bravo, pues ni ha sido la primera y, al paso que vamos, no será la última. El Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino tampoco se ha pronunciado sobre estas particulares catástrofes. Ni las administraciones locales. Ni las administraciones nacionales. Ni aquellos responsables políticos, sociales o gremiales han sentido algo de piedad a la sangría irreparable que está acabando con la singularidad genética, histórica y genuina que atesora este animal exclusivo, tanto en su generalidad como en su individualidad, tanto en su diversidad como en el proyecto de imaginación y posibilidad que atesora.
Todos. Todos nos privarán de este proyecto hermoso porque han truncado su vida, su desarrollo y hasta su muerte digna.
Me apresuré a la página web de la Unión de Criadores de Toros de Lidia (http://www.toroslidia.com/
) para recuperar los datos de la ficha técnica de esta ganadería emblemática. Entre otros, recojo las siguientes reseñas. Propietario: Santa María y Entrearroyos, S.L. Representante: José Manuel Sánchez García-Torres y María José Sánchez Majeroni. Divisa: Morada y roja.
Antigüedad : 08/06/1924. Fincas : 'Castillejo de Huebra', (Muñoz, Salamanca), Zamarril (Portaje, Cáceres) y Santa María (Moraleja, Cáceres. Antecedentes históricos: Formada por don José Vega en 1910 con vacas de Veragua y sementales de Santa Coloma, pasó en 1914 a los hermanos Villar. En 1928 don Francisco Villar vendió su parte a don Arturo Sánchez Cobaleda y a su muerte,
en 1942, pasó a sus hijos, dividiéndose en 1950 y correspondiendo uno de los lotes con el hierro y divisa originales don Manuel Sánchez Cobaleda. A su muerte, en 1985, pasa la ganadería a los actuales propietarios. Procedencia actual :Vega-Villar.
Demasiado aséptico. Reparé en la parte superior, en un pestaña que decía Noticias relacionadas. Hice clic. Te remiten a una única información –fechada el pasado 26 de noviembre- en la que se da por consumado “el cierre”. Dice textualmente la nota: La ganadería salmantina 'Sánchez-Cobaleda', asociada a la Unión de Criadores de Toros de Lidia y emblemática del encaste Vega-Villar por la línea Manuel Sánchez Cobaleda, ha eliminado el ganadeo de su finca Castillejo de Huebra tras haber solicitado el vacío sanitario. Según D. José Manuel García, uno de sus actuales propietarios "no hemos podido hacer nada por ir contra la Administración". Los ganaderos se han visto en la obligación de tomar la decisión debido a una situación administrativa adversa, donde las bahas veterinarias hacían imposible la subsistencia de la vacada (…) En la actualidad la ganadería dispone únicamente de cuatro camadas de machos con el hierro "Sánchez Cobaleda" en sus fincas extremeñas. También demasiado aséptico. Y además, por cierto, nos gustaría descifrar lo de las bahas veterinarias, que no alcanzamos a comprender si es una traducción del portugués o un terminología sin reconocer.
Un triste final para los patas blancas, para todos, para la humanidad torera. Para la que no quieren saber de toros. Para los amantes de ese concepto tan recurrente de la biodiversidad. Para los que nos antecedieron y para los que vendrán, que vendrán más desnudos de pasado. A los patas blancas se los llevan al sacrificio humillante del matadero. Y no serán los únicos. Y no hay nadie que lo remedie.
Admiren su belleza en el magnífico retrato que Enrique Martín hace de estos toros ya legendarios en su blog http://torosgradaseis.blogspot.com/
. Gracias a su empeño -y a su talento- de ir dibujando los diferentes encastes nos regala la belleza sin matices de estos genuinos animales. No se pierdan sus reflexiones, son tan obligadas como sus láminas y tan juiciosas como la verdad que encierran. http://torosgradaseis.blogspot.com/2010/11/se-inaugura-el-zoo-de-especies.html