viernes, 30 de enero de 2015

Vidal y Cañabate, maestros


Un coloquio entre colosos

Acabo de leer en http://torear.blogspot.com.es/ un comentario del crítico Antonio Díaz-Cañabate. Su lectura, como siempre, es una genialidad. El triste sentimiento por la devaluación de la fiesta de los toros de este personaje sabio e independiente -que llegó a la crítica taurina sin proponérselo y la colocó en lo más alto del podio literario- se revela siempre desde la verdad y la integridad. Así que es de agradecidos el recuerdo al gran maestro. O mejor, a dos colosos de la materia. Yo les propongo la lectura de un extracto de la entrevista que le hizo el crítico de El País, Joaquín Vidal, a este peculiar e intransferible personaje unos meses antes de su fallecimiento y publicada en El País el 6 de julio de 1979. De coloso a coloso. De maestro a maestro. Un lujo, señores aficionados.

(…)
Pregunta (Joaquín Vidal): Se dice incluso que a usted le aburría ir a los toros.
Respuesta (Antonio Díaz-Cañabate): Este es un asunto que voy a aclarar, ahora que me brinda la ocasión, aunque ya lo he hecho otras veces. A mí no me aburre ni me aburrió nunca la fiesta de toros; por el contrario, me apasiona. Lo que en cambio me aburría soberanamente es esa fiesta que nos impusieron los apoderados y los empresarios después de la guerra, y sobre todo en los años sesenta. Le quitaron el instinto al toro, con lo que el espectáculo perdió emoción; los toreros no tenían personalidad y redujeron su técnica a los dos pases, con lo cual el toreo carecía de variedad y belleza. Yo había conocido la etapa anterior, la de los grandes maestros, con el toro íntegro y de casta, y, por tanto, no me podía gustar lo que vino después. Así que vamos a precisar: soy un enamorado de la fiesta de los toros; no de este sucedáneo.
Pregunta (Joaquín Vidal): Aquello de «los dos pases» fue una feliz definición suya que podíamos leer habitualmente en sus crónicas, las cuales, por cierto, eran muy ingeniosas y tenían lectores fieles. ¿Por qué dejo la crítica taurina?
Respuesta (Antonio Díaz-Cañabate): Es usted muy amable y le agradezco sus palabras, pero esa no es la realidad. Mis crónicas valían muy poco. En realidad estaba harto, y por eso lo dejé. Tengo ahora una sensación muy acentuada de que perdí miserablemente el tiempo durante los quince años o por ahí que ejercí de crítico. Por dedicarme a esto, dejé de hacer otras cosas más importantes, escribir libros, y así. Empleé mis años mejores en una labor que no sirvió para nada.
Pregunta (Joaquín Vidal): No estoy de acuerdo. Usted hizo mucho bien a la fiesta.
Respuesta (Antonio Díaz-Cañabate): Quizá, sí, era de los pocos críticos independientes que no iban a la peseta -cuando yo empecé, esto es cierto, el panorama de la crítica era lamentable-, y se tuvo que notar. Pero eso es todo. Peleé inútilmente por una causa perdida Ahora, con mis 82 años, miro hacia atrás y pienso que me equivoqué al aceptar la crítica taurina. No siento absolutamente ninguna satisfacción por haberla ejercido, y, por supuesto, no la echo de menos en absoluto.

Apuntes para una temporada (1)



Plenitud en los ruedos
A la plenitud de toreros que se dan en el escalafón se suman aquellos que se fueron y que regresan ahora a marchas forzadas. La saturación de reapariciones de diestros de tronío está convirtiendo las sorpresas en irrelevantes. No son ni dos ni tres. Es decir, que ya están todos al completo y que en la línea del disparadero taurino no cabe uno más. No hace falta dar nombres. Pero sí imaginar que a los organizadores y empresarios de tan clónicas ferias a lo largo de la geografía –por intrascendentes y sosísimas- se les está planteando un serio problema de colocación, de estipendios y de glorias puesto que la capacidad resolutiva de tan altos mandatarios festivos es inversamente proporcional a la abundancia de personal en los tendidos. Por no hablar de los tres o cuatro ganaderos a los que hay que dorar la píldora reproductiva de material genético al uso.
Para explicar este fenómeno hay como siempre versiones dispares. Para unos muchos optimistas la riqueza de la fiesta es un factor cuantitativo y, por tanto, ajustado por narices al cómputo de apéndices a cortar. Para unos pocos pesimistas, las reapariciones se circunscriben en provechos personales y que no se hace necesario especificar –obviamente- si son fiscales, administrativos o narcisistas. No se trata de contabilizar los personajes que quieren ser o estar en los ruedos pero sí provocar una reflexión de qué tipo de fiesta se necesita con urgencia. Si la crisis está haciendo estragos en los presupuestos, apoyos institucionales y el número de festejos, la más dramática situación posible son los inservibles, inexistentes e interesados planes del estamento taurino para devolver y generar afición por este espectáculo, el cual ha sobrevivido a prohibiciones, bulas papales y profundas depresiones pero que no podrá aguantar el sablazo, la simulación y la desidia.
Aunque no será por falta de diestros, como se descubre. No será por falta de animales, sacrificados muchos sin tocar suelo de albero. No será por conciencia taurina colectiva, que mira con angustia que el maná institucional caiga del ciego. Entonces, será por falta de sentido común, pues teniendo las cosas tan claras no se entiende que alguien no haga algo para remediar la debacle. Y esa sabiduría sí se hace urgente en las reapariciones y en las conciencias. Por supuesto, que todo el que quiera dar un paso al frente al menos traiga unos cuantos toritos bravos debajo del brazo. Igual algunos se enteran y arman la de Dios es Cristo.

viernes, 23 de enero de 2015

Usted tiene un cita



El espectacular ruedo de la afición
Hay algunos rincones taurinos en los que saltan toreros auténticos al recio suelo de la afición. Les doy algunas pistas. Por ejemplo, un fin de enero en los aliados frentes albaceteños que se asientan en Tarazona de La Mancha, para más señas. Sus jornadas taurinas son un gran modelo de esfuerzo porque se rodean de protagonistas imprescindibles en el eterno panorama taurómaco. La primera tarde, última del mes (día 31), el paseíllo está compuesto por el embajador de Francia en España, Jérôme Bonnafont, personaje peculiar donde los haya, además de exquisito e inteligente que ha sabido comprender la ponderación de los toros en la sociedad francesa y española;  el polifacético André Viard director de la revista Tierras Taurinas y presidente del Observatorio de Culturas Taurinas en Francia entre infinitas cosas presentes y pasadas; a los cuales acompañará el matador Fernando Robleño, que como ustedes bien saben es un gigante de empeño en las soledades de la lidia y de la fiesta. Para cerrar esta espectacular feria y abrir el portón al febrerillo loco acudirán con ardiente entrega el matador y ganadero Pedro Martínez,  Pedrés, que también, como saben, es una institución en Albacete y en la historia; el crítico Carlos Ilián, maestro que no calla verdades; Julia Rivera, posiblemente una de la más y mejores concienzudas investigadoras de nuestro peculiar planeta taurófilo; y el novel aspirante a matador Pedro Jesús Marín que entre tanta maestría se hace posible un triunfo. Ni que decir tiene que los entresijos y los quebraderos de cabeza los ha alineado, como es habitual, mi gran amigo y apoderado Emilio Martínez, con seguridad el hombre imprescindible para poner narración épica al western de siempre, el que nos emociona por su verdad. En fin, suerte a todos los invitados y mucha envidia a todos los que se acerquen a esta bella y recia patria de afición.  























































Cita en La Corredera 
Uno de los muchos platos fuertes de la celebración en Colmenar Viejo (Madrid) por el 125 aniversario de la plaza de toros La Corredera tendrá lugar hoy (día 23) ya que el ganadero Adolfo Martín y el arquitecto Ricardo Aroca Hernández expondrán sus pareceres sobre La nueva imagen de una plaza centenaria. Para el próximo viernes 6 de febrero los invitados serán los toreros Carlos Aragón Cancela y Luis Cancela en la tertulia Los Cancela, una dinastía torera colmenareña. El día 13, será el periodista Emilio Martínez el encargado de disertar sobre La Corredera en la prensa y el 20 de febrero contará con la presencia del diestro Alberto López Simón como triunfador de tres ferias colmenareñas consecutivas. Se cierra este ciclo con un tentadero a campo abierto en la ganadería Flor de Jara a las 12.00h del sábado 21.

Aula y puerta grande
Continúa el ciclo de conferencias de temática taurina en el Aula Magna de la Facultad de Derecho del CEU (Julián Romea, 22; Edificio Biblioteca, a las 19.30 horas) y esta segunda parte se abordan estudios siempre interesantes para los aficionados sensibilizados con el devenir histórico, la investigación rigurosa y las vivencias personales y aficionadas de sus invitados. Aún se llega a tiempo para saborearlas.
- Jueves, 29 de Enero de 2015. (19.30 horas), José Luis Marín Weil, abogado, crítico y responsable del portal “jaentaurino.com”, disertará sobre Toros en Ceuta.
- Jueves, 5 de Febrero de 2015. (19.30 horas), Juan Miguel Sánchez Vigil, profesor de la Facultad de Ciencias de la Documentación UCM y fotógrafo pronunciará la conferencia: La fotografía taurina en el siglo XIX.
- Jueves, 12 de Febrero de 2015. (19.30 horas), Rafael Cabrera Bonet, director del Aula de Tauromaquia, aportará su estudio Trapío.
- Jueves, 19 de Febrero de 2015. (19.30 horas), Jesús Cobaleda, licenciado en Bellas Artes y ganadero de reses bravas clausurará esta segunda parte del ciclo de conferencias 2014-2015 en el Aula de Tauromaquia con el apasionante tema Los patas blancas de Barcial.